HUÁSCAR Y HUANDY
Aquí les comparto la historia que
desde niño, siempre me ha impresionado, igual que la primera vez, “Huáscar y Huandy”…
la leyenda inmortal, éxito de muchos dramaturgos.
El nevado Huascarán
proviene del quechua “waskha”, y quiere decir
cadena o soga, mientras “ran” se
traduce a montañas rocosas, por lo que
se deduce el significado de “cadena de montañas”, es importante también
mencionar que Yungay proviene del término quechua “Yunga”, que significa cálido.
Antes de iniciar esta
historia legendaria y tradicional, quiero precisarles que existe una oralización
de que el Inca Huayna Cápac, en su trayecto por el
territorio de la cultura de los Yungas, (Fortaleza Huansacay), dizque apreció
el nevado antes precisado, y al impresionarse
de su altura y belleza el cual cautivó en gran manera su emoción, de
regreso al imperio y en lo sucesivo al nacer su primogénito príncipe, robusto y
fuerte como el Huascarán, fue bautizado con el nombre de Huáscar.
Debemos considerar que la
leyenda de la formación de los nevados Huascarán y Huandoy se ha diversificado,
con el lenguaje oral étnico, y de generación en generación asimila nuevos
toques, pero la manera como lo cuenta cualquier autor ancashino, siempre da con
la similitud, entonces como yungaíno, la
voy a narrar a mi carácter.
Bueno este relato
comienza, cuando las tribus y culturas ancashinas, eran sometidos por los
Incas, y los jefes indios insurgentes, cautelarmente planeaban una resistencia
rotunda contra la invasiva de Machupicchu.
En consecuencia la tribu
de los Yungas, recibe un guerrero herido en batalla, atravesado por una saeta
en el pecho, era un mensajero de la conquista arremetida a la fortaleza de
Chavín - Huari, el mismo quien dio noticia del avance del ejército imperial y expiró en el acto.
Un mes después, Huáscar,
el príncipe Inca, conquistó junto a su padre y hermanos, la Fortaleza de los
Yungas, y el callejón de Huaylas, abarcando entre sus dominios hasta la
fortaleza Tumshukaiko, luego de cruentas batallas por fin estaban estos
hermosos valles, bajo el control imperial, sin embargo el Joven y guerrero real
decidió instalarse y habitar entre los habitantes del Yungay Incaico.
En su administración territorial
del callejón de Huaylas, Huáscar conoció en Huansacay a Huandy, una princesa de la tribu india de los yungas,
hija del Jefe del pueblo bajo yugo, era ella una quinceañera de una expresión
cautivante, de buen corazón y laboriosa. Cuando en un día de verano, Huáscar
solía constituirse a las riberas del río
Santa, halló a la princesa, jugando con las aguas puras y cristalinas, se
divisaron en un enlace de amor y entablaron una preciosa y riesgosa amistad,
pues fluían positivamente.
Los sometidos jefes de la
región sierra ancashina, aún persistían rebeldes hacia su total sumisión a Cusco,
y buscaban siempre efectivizar rebeliones, los yungas por su parte dirigidos
por el padre de Huandy, también planificaban impacientes estrategias antiimperialistas,
estaban cansados de las órdenes subyugadoras.
Más adelante la población
de la tribu Yunga, asimilaba el amor que surgía entre Huáscar y la princesa
Yunga, y maliciosamente las comenzaron a espiar, una noche de luna llena, bajo las
faldas del cerro pan de azúcar, mientras toda la población dormía, tremulosos Huáscar y
Huandy salieron a su cita de amigos el cual asumieron con mucho compromiso, porque se sentían enamorados, luego de contar juntos un millar de estrellas, el joven guerrero se armó de
valor, esta vez un valor más humano y declaró
a la princesa su inmenso amor, jurándole protección incluso con su propia vida,
frente a las disensiones emanadas del pueblo.
La noticia del romance, pronto llegó al padre de Huandy, quien no pudo soportar su tirria hacia los
imperialistas, y fue tremendo su furor contra su hija y contra Huáscar, que
resolvió darles muerte, la población Yunga que estaba al asecho, capturaron en
una de esas noches románticas a los enamorados jóvenes.
Llevando a Huandy de
madrugada y por órdenes de su padre, a una montaña oriental, frente a la actual
localidad de Punyán, en el suceso Huáscar suplicó sollozo, que quería morir
similar a su amada, pero mirándola para siempre desde una montaña oriental, equidistante a la fortaleza Yunga (El actual cementerio diseñado por Arnoldo
Ruska).
La súplica de Huáscar fue
aceptado por los Yungas, por lo que ascendieron a los enamorados chicos, hacia las 2 altas
cumbres, atándolos frente a frente y dejándolos a su suerte en medio de la
inmensidad andina.
Pasaron 3 días, y la
angustiada princesa después de llorar abatidamente dejó de respirar su suspiro,
con sus lágrimas formó la laguna Parón, también dio nacimiento al rió
Ancash, similarmente Huáscar no pudo soportar verla morir, y lloró aún más el
drama que les tocó vivir, su quebranto sentimental fue tan profundo, que sus
abundantes lágrimas dieron surgimiento a 2 grandes lagunas denominadas
Orcococha y Chinancocha en el actual parque “intangible” Huascarán, desde
entonces corre el río Llanganuco a través de la accidentada quebrada por el
rebalse de sus aguas, al séptimo día Huáscar
dejó de pulsar.
El mitológico dios sol se
conmovió por el sacrificio de éstas apasionadas vidas, he hizo llover una
nevada con gélidas tormentas sobre sus inertes cuerpos, haciendo surgir 2
nuevos nevados en la cordillera blanca de tal modo que aseguren la perpetuidad
del recurso hídrico formado a partir de lágrimas. Del corpulento y fortachón
cuerpo de Huáscar formó el imponente Huascarán, mientras que la de Huandy, el
nevado Huandoy, y dejó que las almas sacrificadas tomaran el control de la
naturaleza yungaína.
Al crecer el pueblo de
los Yungas bajo la imponencia del nevado Huascarán, el espíritu de Huáscar
impaciente buscó venganza, he hizo deslizar una avalancha que terminó con los
yungas en el actual Campo Santo, al pasar los años los sobrevivientes fundaron el pueblo de Ancash en la actual
localidad de Punyán pero el espíritu de Huandy cobró también su venganza con un
nuevo aluvión correspondiente al año, 06 de enero de 1725, momentos cuando el Alcalde Melchor Punyán
celebraba su onomástico, quedando la ciudad prácticamente destruida.
Los sobrevivientes resolvieron repoblar el
actual Campo Santo, fundándose el soberbio y republicano Yungay,
multiplicándose los habitantes y el progreso relámpagamente a través de las
décadas, pero la ira del espíritu de Huáscar fue aún peor, quien no perdonó su segunda furia contra la descendencia de los que le quitaron la vida,
sepultando a los miles de yungaínos en un nuevo aluvión, registrada el 31 de
Mayo de 1970 (momentos en que Velazco Alvarado planificaba reivindicar Arica y
Tarapacá).
Y es así como desde aquel
día en que, se sacrificaron a Huáscar y Huandy en la cadena montañosa de
Yungay, sus habitantes han andado errantes, buscando un lugar seguro donde
refugiarse de una ira surgida del amor, y hasta nuestros días no han logrado un
lugar seguro donde protegerse, pues el patriotismo, el clima cálido y la
fertilidad de la tierra, nos ha obligado refundarnos en el mismo suelo.
La actual ciudad está sociopolíticamente
constituida entre el Huascarán y el Huandoy, buscando no estar visto por los
bellos y despiadados nevados, pero científicamente se precisa, que un fuerte
movimiento rompe tierras, haría que la actual ciudad de Yungay se borre de la
sociedad peruana una vez más, porque en el último terremoto registrado en todo
el callejón de Huaylas, murieron más de 74 mil almas, y alrededor de 80 mil en
todo el departamento de Ancash, dejando más de 3, 000 000 de damnificados, porque solo en la
ciudad de Yungay desaparecieron más de 20 mil habitantes.
Los yungaínos de la desaparecida
ciudad, se salvaron en el cementerio, que se halla sobre una infraestructura de
la que fue la fortaleza Huansacay, del cual no se han registrado muchas
reliquias a consecuencia de los arrasadores aluviones, solamente
gracias a argumentos orales, se han podido compilar valiosa información, acerca
de los dramáticos sucesos que nos tocó espectar a través de las generaciones.
Aquí los aluviones
siempre han sido constantes, y hasta el momento no se ejecuta un plan de
contingencia disuasivo, para salvar el nuevo Yungay frente a nuevos
deslizamientos, propensos a un pueblo que ya cumplió sus 4 décadas de
refundación.
NEVADO HUASCARÁN
LAGUNAS EN LA QUEBRADA LLANGANUCO
LAGUNA 69
CIUDAD SEPULTADA, CAMPO SANTO YUNGAY
CIUDAD SEPULTADA, CAMPO SANTO YUNGAY
CIUDAD SEPULTADA, CAMPO SANTO YUNGAY
CIUDAD SEPULTADA, CAMPO SANTO YUNGAY
NEVADO HUASCARÁN
LAGUNA YANAMA CHICO
NEVADO HUANDOY
NEVADO HUANDOY